La familia muégano

Como ya es un hecho, nos guste o no, que la tele es el medio educativo mejor aceptado por nuestra sociedad, voy a plantear un asunto extraído de ese medio.

En muchos programas, por no decir en todos, se observa que los jóvenes del planeta Krypton salen de sus casas a los 18 años. El evento está marcado por la terminación de High School , que viene siendo más o menos equivalente a la prepa en nuestro sistema. A esa edad los jóvenes pueden tomar dos caminos: o se incorporan a la vida laboral por su cuenta o como empleados, o se inscriben en el sistema de educación superior como las escuelas preMed, si piensan ser médicos o enfermeras, o en otras instituciones en busca de títulos de pre-grado o undergraduate o bachalaureate y otros parecidos.

Esta costumbre es así porque los jóvenes desean ejercer su libertad absoluta, y los padres quieren que la ejerzan asumiendo plenamente la responsabilidad y las consecuencias de sus actos libres. En cualquier caso se espera que los jóvenes salgan de las casas paternas y comiencen a vivir sin la supervisión directa de los padres posiblemente ganando su propio sustento o, a menos que el ahorro o el trabajo familiar los estén manteniendo, en la universidad.

El punto no es describir la estructura de la educación superior o las costumbres sociales en el planeta Krypton, sino reflexionar sobre lo que pasa aquí, en nuestro País.

Aquí las cosas son parecidas, pero diferentes; algunos jóvenes, no sólo se incorporan a la vida laboral a los 18, sino que ya están en ella desde los siete o menos. El trabajo infantil no es una excepción sino una realidad cotidiana en muchas comunidades. Cabe mencionar que esos trabajos son de mínimo ingreso y que generalmente producen nuevos núcleos familiares que vuelven a engendrar trabajadores infantiles y subempleo. De toda maneras, la cuestión es la misma:

Trabaje o estudie, el asunto es que a los 18 es raro que los jóvenes abandonen el hogar; no digo que no suceda, sino que la costumbre no prevalece a lo largo y a lo ancho de nuestra cultura y la pregunta es... ¿por qué?

Se me ocurre que debe haber varias razones por las que los jóvenes permanecen en casa hasta que, por circunstancias externas, salen del hogar; es decir, la tendencia y la moda es quedarse en casa mientras las condiciones lo permitan o hasta que las circunstancias lo exijan.

El joven sale porque encuentra un trabajo fuera de su lugar de residencia y sus ingresos le permiten vivir solo.

O, a lo mejor se casa y la suma de los ingresos de la pareja les permite tal independencia.

O, tal vez su familia lo manda a estudiar a otra ciudad u otro país.

Por otro lado: el joven NO sale porque la fuerza centrípeta del núcleo familiar es tan fuerte que nadie se quiere separar de sus padres, de sus abuelitos y de sus hermanos, primos, arrimados y entenados. Somos familias muégano.

La pregunta para el lector es ¿por qué son tan diferentes las costumbres?. Aquí abajo hay un espacio para que envíen su opinión.

Y tú, ¿a qué edad saliste de la casa de tus padres?




Cosmogonía

¿De dónde venimos?
¿Quién nos hizo como somos?
¿Podríamos ser diferentes?
¿Queremos ser diferentes?

Todos los pueblos del mundo han formulado su versión sobre el origen de su raza, de su pueblo y de su cultura. Sin excepción, cada pueblo se dice hecho por la mano de dios; su dios, no el de los demás pueblos que lo rodean. Cada una de estas razas piensa que los descendientes de aquella obra divina forman su raza; que ésta es la escogida y preferida por sus dioses para dominar la tierra y hacerse dueña de sus frutos, desde luego con el derecho de sojuzgar a sus vecinos porque ellos no son los escogidos de dios.

Cuando un pueblo conquista a otro por las armas impone no sólo sus reglas y su gobierno, sino sus dioses y su genética; al terminar el derramamiento de sangre, viene el derramamiento de semen para hacer la llamada "limpieza étnica".

Algunos conquistadores son más astutos que otros y no destruyen la cosmogonía del conquistado, sino que la adaptan a la suya, en una especie de limpieza étnica del firmamento divino. De esta manera Júpiter es la versión romana del Zeus griego, del Ra egipcio y, posiblemente hubiera sido la de Huichilopostli si el partido en el poder en 1510 no hubiera difundido la versión de que los barbones mal olientes de Extremadura en realidad eran Quetzalcoatl redivivo.

En nuestra cosmogonía, como en la vida diaria, los mexicanos somos un pozole compuesto de confusiones, componendas y adaptaciones ad hoc (para indicar nuestra flexibilidad político-lingüística). En el momento de la conquista el pueblo dominante en el valle de Anáhuac eran los aztecas; tenían dominados a cuantos pueblos los rodeaban, sus sistemas religiosos, de castas, de justicia y de educación estaban diseñados para mantener su egemonía de esa raza por encima de todos los demás, desde Las Vegas, hasta Machu Pichu.

Por el lado de los conquistadores, España era el perro más grande de la colonia europea, se traía jodidos a todos los demás imperios de la época; aunque en casa había un sistema de castas bastante racista, en conjunto, se puede decir que España era El Primer Mundo.

¿Cómo es posible que de la conjunción de dos pueblos en la cima de sus culturas, hayamos salido repartidos con los peorcitos genes de cada uno? Lo digo en general, no dudo que haya habido y aún existan mestizos y mestizas muy guapos e inteligentes, pero no son la mayoría, son más bien pocos.

Si la historia de la vida se repite, el mestizaje acaba por fortalecer a la raza y, en ocasiones, produce hasta nuevas especies superiores a las que le dan origen; mediante la adptación al medio los seres más aptos transmiten sus genes y las mejores características, es decir, las que mejor se adaptan al medio, van avanzando en la población y van eliminando las características menos aptas.

Bueno, eso es una hipótesis que no ha sido comprobada en este valle de lágrimas producidas por el smog.

Mis queridos mais, estarán de acuerdo en que nuestros alumnos tienen una idea particular de la educación. Los más jóvenes la ven como una obligación familiar, como una costumbre y hasta como algo inútil habiendo internet y wipipedia que lo saben todo al toque de una tecla.

Los que siguen la ven como un ecualizador social: "hay que tener un título para conseguir chamba", pero no la ven como una dote de aptitudes para mejorar su competitividad profesional.

Ese equalizador social no siempre funciona según lo previsto; muchos jóvenes profesionistas salen con más ambición que preparación; no encuentran el trabajo que esperaban, lo que encuentran no les trae ni la remuneración, ni la satisfacción intelectual. Muchos acaban desempeñando trabajos que no requieren haber estudiado en la universidad para desempeñarlos; algunos, muy pocos, son arrebatados por la industria, son remunerados con generosidad y encuentran mucha satisfacción haciendo lo que hacen; siempre tienen proyectos, nuevas ideas y se mueren porque llegue el lunes para llegar a su trabajo. ¡Ah!y progresan muy rápidamente.

La tarea del Mai es hacer que el estudiante entienda que su futuro depende de su preparación actual y que mientras mejor haga su trabajo, mejor le irá. Es una tarea muy dura, es nadar a contracorriente porque la realidad, al menos la que se mira en la tele, nos dice lo contrario. Tal parece que hoy en día sólo los transas avanzan, pero eso no es cierto. Un pueblo sale de la pobreza con el trabajo honesto de todos, y no con las transas de unos cuantos; una empresa tiene éxito con el trabajo eficaz de todos sus empleados, no con los contactos de unos cuantos.

Al final del día, en todas las áreas del desempeño humano, siempre ganará quien esté mejor preparado. Esto es cierto en la industria, el comercio, la polaca y el clero; ¡vamos! hasta para ser delincuente hay que saber ser mejor que otros, la prueba está en que sólo los ineptos están en la cárcel, los pájaros de cuenta jamás la pisarán.

Como decía el profe (así, con minúsculas) hank: "político que no es rico, no es buen político"