Cosmogonía

¿De dónde venimos?
¿Quién nos hizo como somos?
¿Podríamos ser diferentes?
¿Queremos ser diferentes?

Todos los pueblos del mundo han formulado su versión sobre el origen de su raza, de su pueblo y de su cultura. Sin excepción, cada pueblo se dice hecho por la mano de dios; su dios, no el de los demás pueblos que lo rodean. Cada una de estas razas piensa que los descendientes de aquella obra divina forman su raza; que ésta es la escogida y preferida por sus dioses para dominar la tierra y hacerse dueña de sus frutos, desde luego con el derecho de sojuzgar a sus vecinos porque ellos no son los escogidos de dios.

Cuando un pueblo conquista a otro por las armas impone no sólo sus reglas y su gobierno, sino sus dioses y su genética; al terminar el derramamiento de sangre, viene el derramamiento de semen para hacer la llamada "limpieza étnica".

Algunos conquistadores son más astutos que otros y no destruyen la cosmogonía del conquistado, sino que la adaptan a la suya, en una especie de limpieza étnica del firmamento divino. De esta manera Júpiter es la versión romana del Zeus griego, del Ra egipcio y, posiblemente hubiera sido la de Huichilopostli si el partido en el poder en 1510 no hubiera difundido la versión de que los barbones mal olientes de Extremadura en realidad eran Quetzalcoatl redivivo.

En nuestra cosmogonía, como en la vida diaria, los mexicanos somos un pozole compuesto de confusiones, componendas y adaptaciones ad hoc (para indicar nuestra flexibilidad político-lingüística). En el momento de la conquista el pueblo dominante en el valle de Anáhuac eran los aztecas; tenían dominados a cuantos pueblos los rodeaban, sus sistemas religiosos, de castas, de justicia y de educación estaban diseñados para mantener su egemonía de esa raza por encima de todos los demás, desde Las Vegas, hasta Machu Pichu.

Por el lado de los conquistadores, España era el perro más grande de la colonia europea, se traía jodidos a todos los demás imperios de la época; aunque en casa había un sistema de castas bastante racista, en conjunto, se puede decir que España era El Primer Mundo.

¿Cómo es posible que de la conjunción de dos pueblos en la cima de sus culturas, hayamos salido repartidos con los peorcitos genes de cada uno? Lo digo en general, no dudo que haya habido y aún existan mestizos y mestizas muy guapos e inteligentes, pero no son la mayoría, son más bien pocos.

Si la historia de la vida se repite, el mestizaje acaba por fortalecer a la raza y, en ocasiones, produce hasta nuevas especies superiores a las que le dan origen; mediante la adptación al medio los seres más aptos transmiten sus genes y las mejores características, es decir, las que mejor se adaptan al medio, van avanzando en la población y van eliminando las características menos aptas.

Bueno, eso es una hipótesis que no ha sido comprobada en este valle de lágrimas producidas por el smog.

Mis queridos mais, estarán de acuerdo en que nuestros alumnos tienen una idea particular de la educación. Los más jóvenes la ven como una obligación familiar, como una costumbre y hasta como algo inútil habiendo internet y wipipedia que lo saben todo al toque de una tecla.

Los que siguen la ven como un ecualizador social: "hay que tener un título para conseguir chamba", pero no la ven como una dote de aptitudes para mejorar su competitividad profesional.

Ese equalizador social no siempre funciona según lo previsto; muchos jóvenes profesionistas salen con más ambición que preparación; no encuentran el trabajo que esperaban, lo que encuentran no les trae ni la remuneración, ni la satisfacción intelectual. Muchos acaban desempeñando trabajos que no requieren haber estudiado en la universidad para desempeñarlos; algunos, muy pocos, son arrebatados por la industria, son remunerados con generosidad y encuentran mucha satisfacción haciendo lo que hacen; siempre tienen proyectos, nuevas ideas y se mueren porque llegue el lunes para llegar a su trabajo. ¡Ah!y progresan muy rápidamente.

La tarea del Mai es hacer que el estudiante entienda que su futuro depende de su preparación actual y que mientras mejor haga su trabajo, mejor le irá. Es una tarea muy dura, es nadar a contracorriente porque la realidad, al menos la que se mira en la tele, nos dice lo contrario. Tal parece que hoy en día sólo los transas avanzan, pero eso no es cierto. Un pueblo sale de la pobreza con el trabajo honesto de todos, y no con las transas de unos cuantos; una empresa tiene éxito con el trabajo eficaz de todos sus empleados, no con los contactos de unos cuantos.

Al final del día, en todas las áreas del desempeño humano, siempre ganará quien esté mejor preparado. Esto es cierto en la industria, el comercio, la polaca y el clero; ¡vamos! hasta para ser delincuente hay que saber ser mejor que otros, la prueba está en que sólo los ineptos están en la cárcel, los pájaros de cuenta jamás la pisarán.

Como decía el profe (así, con minúsculas) hank: "político que no es rico, no es buen político"