LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS

Hace poco recibí dos sugerencias y una revelación camino a Damasco (parafraseando a Saulo, hoy San Pablo)

La primera era sobre la idea de Daniel Coyle acerca de cómo el ser humano construye una competencia hasta llevarla a la grandeza.

La segunda fue una idea de Darkgoyle impulsando la redacción de un libro sobre cómo se hace un buen Mai.

Y la tercera fue la lectura de una antología de artículos semanales de Arturo Pérez-Reverte. Un gran periodista.

Daniel Coyle plantea, con gran lucidez, que para llegar a la grandeza hay que practicar la competencia, no en el sentido de participar en torneos, olimpiadas y concursos, sino en el sentido de ser competentes y superarse a uno mismo.

El punto central es que el cerebro opera como un emisor-receptor de señales electroquímicas que recibe información de los sentidos y envía órdenes a los órganos y que, para procesarlas, utiliza las redes neuronales, algo no muy diferente a los proveedores de servicios de internet (información que va y viene por el mismo canal y en paquetes).

Siguiendo la analogía, para aumentar el caudal de información se debe aumentar la cantidad de información (como ensanchar el canal de un río) para que cada paquete de datos fluya a mayor velocidad (el caso de la neurona, sólo viaja un impulso por línea, pero hay mucha líneas en paralelo).

Tal como sucede en el mundo de la telefonía, la TV por cable o el timbre de la puerta, para evitar la fuga de las señales transmitidas, el forro del alambre o de la fibra óptica tiene que estar completo y ser más grueso a mayor velocidad de transmisión. Lo mismo pasa en el axon de las neuronas.

La práctica hace al Mai
El forro del axon se llama mielina y se engrosa con la práctica de un acto, o se pierde por el desuso u otras causas fisiológicas y enfermedades. La práctica puede ser un acto de origen externo, como los ejercicios de la terapia física para recuperar el uso de una articulación o un músculo después de una intervención. El  deportista que repite su rutina está engrosando el forro de mielina de sus redes neuronales, está aumentando la velocidad de respuesta de su sistema motriz hasta el punto de hacerlo perfecto y sin pensar en lo que hace; todo se vuelve un acto reflejo.

¿Has visto a esos basquetbolistas que parece que caminan en el aire, malabareando una pelota y encestándola en medio de una nube de manos que buscan impedirlo? ¿O a esos pianistas que se saben de memoria las partituras de su repertorio? ¿Y qué me dices de la pareja que se sabe de memoria todas las fallas que has cometido en los útimos 58 años de la relación? Pues eso se logra sólo con la práctica.

Ya en el terreno de la práctica docente, un buen Mai no se hace leyendo un librito con 1501 secretos de Confusio (el otro, el de las confusiones), ni cursando, en calidad de bulto, una licenciatura, dos especialidades y tres maestrías.

El buen Mai se hace, como sugiere Daniel Coyle, practicando hasta ser un buen Mai, o más concretamente: detectado los errores y practicando hasta coregirlos.

Eso no va a pasar leyendo de vez en cuando un panfleto, así la haya escrito Federico Froebel o la Madre Teresa. Eso pasa repitiendo muchas veces los actos de la buena práctica docente. Lo cual nos lleva a la segunda sugerencia.

Cómo se hace un buen Mai
Es lo mismo que si te pregunto cómo se anda en bicicleta; pues, pedaleando y no cayéndose. ¿Cuál es la ciencia? No se necesita saber física (que todos deberíamos) estática o dinámica, cualquier niño aprende a no caerse sin necesidad de calcular el coeficiente de fricción de la rueda sobre el pavimento o las leyes de la inercia giroscópica.

Pues así se hace el buen Mai. No tiene ciencia; en el fondo todos sabemos cómo serlo, pero más en el fondo, no queremos practicarlo. Nos vencen otras costumbres que hemos repetido con mayor frecuencia; nos vence el ego, la ira, la soberbia y la inseguridad. No se requiere una nueva teoría de la psicología educativa, ni un nuevo modelo, vamos, ni siquiera nueva tecnología digital-de-alta-resolución-inalámbrica-de-banda-ancha en el aula. Donde haya un alumno y un maestro, ahí estará la escuela.

La bibliografía y la cursografía acerca de cómo hacer buenos profes es demasiado larga, hay miles de libros, sitios de internet y subsecretarías de estado dedicadas a decirle a los Mais cómo aplicar tal o cual metodología para mejorar la experiencia lúdica de enseñanza-aprendizaje, o sea: la clase. Esa es otra, en este negocio hay que hablar de manera que sólo entiendan los iniciados, y no es necesario, ni conveniente, que lo entienda todo mundo.

Este mai, con minúsculas, ha predicado sólo tres reglas, hay que:
  • Preparar la clase. La mejor manera de aprender es tener que enseñar; para saber dónde se va a tropezar el alumno hay que, por lo menos, leer el tema, entenderlo, hacer los ejercicios, pensar cómo el sujeto lo va a recibir, y responder la evaluación. Para una nueva asignatura o la primera vez que intentamos ser Mais, por cada hora frente a grupo, se requieren dos horas de preparación.
  • Ser puntual. No nada más checar el reloj a tiempo y luego tomarse el tiempo para llegar al aula. ser puntual significa que, a la hora señalada -en punto-, saludas y se inicia la clase. También significa cumplir el programa, planear el curso, obtener los materiales, calificar pronto las tareas y exámenes, y entregar notas en 24 horas.
  • Respetar al alumno. El trato de "Usted" mantiene una sana distancia y es señal de respeto mutuo; no importa mucho. El punto, sin embargo, es más que el trato verbal: es tratar al alumno como una dama o un caballero; como queremos que llegue a ser, como nos gustaría ser tratados y, lo mejor: como nos gustaría que trataran a nuestras hijas e hijos. Sin insultos, sin gritos, sin abusos de ninguna índole; siendo justos, equitativos con todos y obrando de la misma manera que predicamos.
El alumno es lo que el Mai es
Eso es todo; no hay secretos ni fórmulas mágicas. Hay muchas ramificaciones de cada regla, pero no te confundas ni te agobies; ante la indecisión de actuar de una manera u otra, sólo pregúntate: Si hago esto, ¿qué aprende mi alumno?; y si lo aprende, ¿será un mejor ser humano, mejorará su oferta laboral, aumentará su bienestar cultural, social o económico? Si las respuestas son negativas, no lo hagas y si, con tu influencia sobre el alumno, no lo mejoras, considera seriamente un cambio de actividad.

Camino a Damasco
El cristianismo no sería hoy lo que es, si Saulo, el apóstol de los gentiles, no se hubiera dedicado a diseminarlo por los países del Mediterráneo después de haber sido iluminado. Buena o mala, todos tenemos una iluminación, una epifanía en nuestra vida, y la mía fue haberme tropezado con el Capitán Alatriste y con su autor, a quien ya citamos en la gacetilla 108 "En todas partes se cuecen habas"

Pues bien, después de haberla leído, junto a otras muchas piezas editoriales de la misma pluma, me he dado cuenta de que no tengo nada que hacer pontificando sobre ningún tema. Ya lo decía un sabio doctor de la ley (con minúsculas) conocido en mi anterior reencarnación: ..."si no sabes de lo que hablas, mejor calla", y como yo se que no se... (sin acento diacrítico)

Hace poco más de dos años, mis hijos me sugirieron que escribiera un Blog, como tantos miles de blogs que existen. "Cualquier pelagatos escribe un blog..." me dijeron, puesto que me gusta cumplirles uno que otro capricho, me inventé El Mail del mai, un mensaje del mai allá.

La coloqué en el género de "gacetilla" porque pienso que mi idioma es lo suficientemente rico como para darme una palabra sin tener que recurrir a lo gabacho. En fin, las primeras gacetillas son de risa y las recientes son patéticas. Vista con ojos críticos realistas, la gacetilla no tiene ni pies ni cabeza; no trata de un tema con ilación (sin hache), no es novedosa, interesante, escandalosa, sabrosa, morbosa, ni revela ningún secreto compló político, artístico o deportivo. Es un galimatías semanal.

Gracias a otras sugerencias de mi vástaga y de mi vástago (¿ven qué ridículo es esto de la igualdad de género y génera?) ahora voy a intentar publicar libros en la red. Tengo un par de ellos terminados, sobre un tema que parece que sí conozco, y otros dos en proceso de pulimento.

Quiero dedicarle tiempo a la redacción de mi autopsia, una biografía no autorizada, titulada "Todos los días son sábado" y me ha gustado esto de ilustrar libros con caricaturas. Así que pronto aparecerá un discípulo de Son-zo: nacerá Men-so, el proto-artista.

Así que, mis fieles 40 lectores semanales -en promedio-, con esta gacetilla cierro un capítulo de la vida del sabio filósoso de la antigua China milenaria: el gran Son-zo, mai de muchos y consuelo de tontos. Aprendiz de todo y oficial de nada. Todólogo-caigólogo y yerba mala oportunista.

Nos vemos en la próxima reencarnación.

el mai (con minúsculas)



MANEJO DE CONFLICTOS POR E-MAIL

El correo electrónico, los foros, chats, mensajes cortos, sitios sociales y el resto de la panoplia de las comunicaciones actuales son fantásticos. Nos mantienen conectados, nos permiten comunicarnos con rapidez y hasta se puede trabajar, comer un bocadillo, leer el periódico y contestar el teléfono, ¡todo al mismo tiempo! Multitasking, le llaman los iniciados y la cosa no tiene límites; ve esto.

Una de las actividades que más han cambiado debido a la comunicación a través de estos medios, es el manejo de conflictos y presiones de la vida y el trabajo; y no tanto por el anonimato que nos permite decir lo que sea, sino por la distancia entre emisor y receptor que nos garantiza que no nos partirán el cráneo, por lo menos no en ese instante maravilloso cuando le picamos a SEND.


El conflicto no es una emoción agradable, y la gente prefiere evitarlo; entonces, manejarlo por E-Mail suena más agradable porque uno no le tiene que ver la cara de enojo o de angustia al interlocutor, ni sus gruñidos o expresiones verbales sobre la profesión de nuestra madre.

Dada su naturaleza, el E-Mail es asincrónico, aunque no tanto como su predecesor el Snail-Mail; por más rápido que viaje, la lectura de un mensaje sucede después de que fue escrito. El receptor tiene tiempo de leerlo, ponderarlo e interpretar la forma y el fondo de lo ahí escrito; puede redactar con cuidado su respuesta, pensarla, corregirla y hasta  matizarla con estilo y elegancia antes de enviarla de regreso al agresor. Está uno aislado de la intensidad física del conflicto cara a cara.

La sensación de aislamiento del conflicto puede ser muy confortable para algunas personas, sin embargo, nos aísla de la valiosa información que se obtiene de una conversación cara a cara. Dependemos mucho del lenguaje no verbal como las expresiones faciales, la postura, los gestos, el tono de voz o los manerismos de quien nos habla para interpretar o predecir la conducta de la gente.

Las investigaciones indican que usamos estos canales de información mucho más de lo que creemos. Está demostrado que ciertas zonas del cerebro se activan durante la ejecución de un acto y también cuando se observa a otra persona ejecutándolo; ¿o nunca te has contagiado de un bostezo?. Se les llamó "neuronas espejo"

El Dr. Iacoboni de la UCLA dice que, antes del descubrimiento de las neuronas espejo, los científicos creían que el cerebro usaba procesos lógicos de pensamiento para intrpretar y anticipar las acciones ajenas; sin embargo, en la actualidad se cree que entendemos a los demás no tanto a través del pensamiento, sino más bien a través de los sentimientos, excepto, claro, quienes tenemos dos cuartisferios cerebrales izquierdos.

Las neuronas espejo simulan no sólo las acciones ajenas, sino las intenciones y emociones detrás de sus actos. Cuando vemos sonreir a alguien, por ejemplo, nuestras neuronas responsables de la sonrisa también se activan y crean la sensación asociada con la alegría. Uno no tiene que saber qué intenta la persona que sonríe, uno experimenta el significado del gesto de inmediato y sin gran esfuerzo. Goleman explora esto en sus notas sobre inteligencia social y la antigua sabiduría catalana dicta que quien no sepa sonreir no debe poner tienda.

El problema es que, cuando tecleamos un E-Mail venenoso o texteamos un mensaje agresivo, el receptor no activa sus neuronas espejo porque nosotros no enviamos claves de meta-significado y, entonces, se pierde mucha información colateral de las palabras simples. Lo mismo sucede con sus reaciones: no las vemos, nuestras neuronas espejo no interpretan nada.

Al leer un E-Mail, automáticamente tratamos de saber el tono de la contracorriente abajo de la corriente principal del mensaje. Mucha gente completa la información faltante con suposiciones de lo peor que puede pasar, especialmente si no conoce bien al emisor. En una conversación es más fácil detectar si la frase agresiva contiene ira o es una broma y al revés, si la frase burlona es un chiste a nuestras costillas o una ironía realmente ofensiva.

En fin, hay cierta etiqueta en las comunicaciones por E-Mail, al menos en las que se intercambian en el trabajo o con propósitos oficiales, pero no vamos a describirla, sino a concentrarnos en las precauciones que hay que tomar en el uso de este medio cuando se maneja un conflicto.

Hay que enviar un E-Mail cuando:

  • Es necesario dejar un registro escrito de la interacción. Sobre todo si se usan servidores de correo avanzados, siempre queda un rastro de cuándo fue enviado, recibido y abierto un mensaje. No hay forma de comprobar si el receptor sabía leer y lo leyó, pero, bueno, tú me entiendes.
  • Los niveles emocionales del conflicto son bajos. Sobre todo entre personas que se conocen ampliamente.
  • Hay que establecer un contacto inicial que permita luego hacer una llamada telefónica o concertar una cita para atender el conflicto. Sobre todo entre personas que NO se conocen ampliamente.

Y NO hay que enviarlo cuando no se conoce a la persona personalmente o ésta no ha publicado su dirección para recibir cualquier tipo de mensajes; cuando la ira nos tiene con el hígado hecho un nudo, o cuando se han cruzado dos o tres mensajes aclaratorios que indican que el asunto es más complejo que lo que se puede solucionar con un mensaje corto. 

Algunas consideraciones que hay que tener cuando se maneja un conflicto por E-Mail:
  • Si una persona no contesta tu mensaje o su respuesta no es lo que esperabas, no supongas que sus intenciones son obvias; tienes que obtener más información.
  • Ponle freno de mano a tus emociones; si te sientes inspirado para escribir mentadas de madre en cuatro idiomas, escríbelas, pero no lo hagas picándole a "Reply" y por ningún motivo lo vayas a enviar sin haberlo revisado en frío. Te puedes arrepentir cuando sea demasiado tarde.
  • Haz una copia de tu borrador, pídele a alguien que te lo revise o léelo cuando tu sangre no esté hirviendo.
  • No uses emoticons :) o abreviaturas que no sean de uso común o en otro idioma que el principal de tu mensaje (lol, btw, ttyl...)
  • Ten cuidado con el sarcasmo porque el mensaje no lleva tono de voz que matice al contenido y el mensaje puede ser mal interpretado.
  • Cuidado con las copias y las copias ciegas que mandas; no reprendas a un subalterno en público, ni le mandes copia al mundo de sus errores, eso resérvalo para tus felicitaciones y premios.
En suma: no escribas nada que no estés dispuesto a decir cara a cara o que no te gustaría que te dijeran sin que pudieras responder. Te puedes arrepentir.

¿Tienes algún caso que comentar? -no dejes de ponerlo en los comentarios... total, lo puedes hacer en forma anónima y sin censura.

el mai.