SABER + HACER = SER


Ahora que se han puesto de moda los aforismos, las recetas de cocina y los gurús de la estrategia, pues, El Mail del mai no se podía quedar atrás y en esta ocasión se lanza con su propia versión del secreto del éxito, con la diferencia de que esto ni es secreto ni es fácil de lograr.

En una conferencia particular dada en 1992, Don Carlos Llano Cifuentes decía que el carácter de una persona se podía dilucidar por el orden en el que conjugara los verbos hacer, ser y tener al referirse a sus planes de vida.

Unos dirían "me gustaría tener mucho dinero para poder hacer cosas y llegar a ser alguien"; otros dirían "me gustaría ser ingeniero para hacer puentes y llegar a tener dinero", y muchos más dirían: "quiero hacer algo que me haga ser famoso para tener muchos amigos" o cualquier otra combinación de tres variables y miles de ocupaciones.

Según Don Carlos, el primer verbo define el carácter y los demás lo matizan; de esta manera, unos piensan que tener es lo importante para llegar a ser y otros piensan que ser es lo primero y tener es lo último; de esta manera, se dice que los primeros son codiciosos y los segundos son ambiciosos.

Sin embargo, esta observación no nos dice cuál es el camino del éxito, sino sólo cómo se detecta el carácter y cómo cada quien define su éxito.

------------------------------
¿El huevo o la gallina?
------------------------------
Según el mai (con minúsculas) el asunto no es cuestión de secuencia, sino de estructura. Para construir un puente primero se debe sentar las bases, por lo menos dos de ellas, una en cada extremo del claro que se desea pasar.


En el caso del éxito de una persona, de una familia, de una empresa o de un país, el principio no es diferente: hay que comezar por construir dos bases: una es SABER HACER y la otra es HACERLO BIEN.

El Saber incluye todas las competencias técnicas relativas al desempeño de una actividad. No importa qué tan simple o complicada sea la tarea, siempre hay algo que saber antes de poder actuar. Hasta para enhebrar un aguja hay que saber mojar primero el hilito para que pase por el ojo, luego hay que poner ambos al contraste de la luz para poder ensartar el uno en la otra. Todo tiene su chiste.

Ese saber, como base de un lado del puente, es uno de los requisitos indispensables del éxito: nada podrá funcionar eficazmente si quien lo hace no tiene los conocimientos necesarios para desempeñar la actividad. De nada sirve tener la motivación correcta, las mejores intenciones y dar en el mejor esfuerzo 24 x 7 si no se es competente en la disciplina que se ejecuta.

Del otro lado del puente: hacerlo bien, significa aplicar los conocimientos adquiridos de manera eficiente y eficaz. De nada sirve tener las certificaciones, títulos y diplomas que demuestren que uno ha cursado con éxito tal o cual carrera o requisito educativo, si la actuación es indolente, incompleta o chapucera.

-------------------------------------------------------
"Echarle ganas" sólo funciona en el baño
-------------------------------------------------------
Dicho en otras palabras, así como de nada le sirve al ignorante "echarle ganas" porque de todas maneras su producto es un fracaso, tampoco le sirve a la luminaria educativa tener diplomas colgados en la pared si su actuación es deficiente o de plano mal intencionada; de todas maneras, su producto también es un fracaso.

Ahora bien, si los extremos del puente están firmes, es decir, si la persona tiene sus conocimientos firmes y si su actuación es buena, el puente será construido con más conocimientos y con más actos, piedra por piedra, se sostendrá y soportará la carga que se coloque sobre de él. Sostenerla es el éxito y es el SER de la persona.

Ahora que está tan de moda la política, también se puede aplicar este principio a ella: no importa el signo de su ideología, ni el color de su partido, ni su popularidad o quién lo respalda, ni cuantos votos cuenta un funcionario recién elegido: lo único que cuenta el próximo lunes en la mañana es su preparación técnica para el puesto y la manera de desempeñarlo.

-------------------
La crema flota
-------------------
Lo mismo se aplica a un diseñador de escaparates de tienda, que a un banquero de 100º piso: para ser exitoso, tiene que saber lo que hace y tiene que hacerlo bien. No hay escape ni excepciones, el ignorante siempre se hundirá y el inepto siempre será descubierto.

Una vez que la persona está al centro de su puente, ya es alguien; ahora puede tener lo que ambiciona, ya sea poder, prestigio o dinero, no importa, lo que importa es que la satisfacción personal llega cuando uno es algo o alguien, no antes.

-----------------------------------------------
Los títulos no quitan la ignorancia,
sólo la ocultan
------------------------------------------------
Habrá quien diga que no es posible saber nada sin antes haber pagado por los conocimientos; es posible, sin embargo, el dinero no compra el aprendizaje, sólo compra el derecho a sentarse en un aula por cierto tiempo. El aprendizaje es un fenómeno que se da dentro de la mente del sujeto, no afuera, y la enseñanza podrá ser sublime, pero el aprendizaje será mediocre si la mente del discípulo está ausente o desconectada. Hay quien aprende con el mai, sin el mai y a pesar del mai.

En el caso del discípulo, su puente también tiene dos bases: saber aprender y aprender bien. Los padres debemos proveer la escuela (vía colegiaturas o vía impuestos); los mais somos el canal de la información (pero también son los libros), pero sólo el discípulo es responsable de retener, comprender, aplicar, analizar, sintetizar y evaluar un conocimiento; eso es todo, quien siga esta receta tendrá el éxito educativo garantizado. Y cuando el sujeto ejerza una profesión será lo mismo: saber y hacer para llegar a ser


el mai agradece la foto de hasta arriba a FMBC

REFERENCIA
Llano C. Carlos, Formación de la inteligencia la voluntad y el carácter, Ed. MAD, Sevilla, 2005

Este chango sobre servilleta de VIPS contiene la idea original; se puede consultar, previa cita, visa y autorización de la Suretè, en la bóveda secreta del Musèe du Louvre