Repite conmigo diez veces: "Soy una persona a quien todos quieren"
Te acabo de ahorrar 140 baros, 10 U$ o 7 Euros. Eso es lo que cuesta un libro de autoayuda para bombearte el ego tú sol@; aquí la ayuda ya fue gratis si repetiste diez veces lo que te pedí.
Si buscas en Amazon libros con el tema "self improvement" te aparecen 53 989 sugerencias, y si lo "googlas" (del verbo: googlear) salen 848 millones de resultados en 0.73 segundos, más lo que se acumule de cuando esto escribo a cuando tú lo leas.
Lo malo de esto es que no es cierto. Nada, ni las repeticiones, ni los libros. Esta industria de hacerte sentir mal primero y luego venderte el remedio es un robo y lo voy a demostrar.
En los anuncios de aparatos, fajas, pastillas y mantecas de untar para bajar de peso, primero te presentan un@s modelos irreales para que te compares con ell@s y te sientas tinaco; luego te dicen que a ell@s les resultó fácil lograr lo que ves, y te rematan ofreciéndote un producto que lo va a hacer por ti, nada más comprándolo. ¡Sí, claro, ajá!
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¿De dónde vino esto?
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Hace exactamente 150 años, media hora más o menos, Samuel Smiles publicó una guía llamada "Self Help". El Reino Unido, que entonces estaba en plena época Victoriana, fue tomado por asalto: había nacido la industria de la inseguridad en uno mismo. Y no estamos hablando de cacahuates, tan sólo en el Reino Unido el volumen anual de ventas de productos de autoayuda alcanza los 10 mil millones de Libras anuales en la actualidad.
Como coincidencia, la Guía fue publicada el mismo día que "El Origen de las Especies" de Charles Darwin, que también le sacó ampollas a muchos, pero que no le produjo tantos beneficios como a Mr. Smiles.
Según él, "El cielo ayuda a quienes se ayudan a sí mismos" ¡SOPAS!, a partir de entonces quedó descubierto el misterio de que, "Con trabajo arduo, un hombre puede lograr cualquier cosa". Seguramente esta idea era algo que se desconocía hasta la revelación de Don Samuel. En fin, sigamos.
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"Ganar no es todo en la vida...es lo único"
Vince Lombardi
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Smiles decía que el hombre debe enfocarse en el trabajo, excluyendo todo lo demás: el sueño, la familia, la oración, y hasta las comidas (no dijo nada de dejar de ir al baño con el obrador, por lo que supongo que se debe trabajar hasta en ese trance). Más adelante declaró que eso no quería decir que el trabajo se conviertiera en obsesión, nooo, claro, pero ya era demasiado tarde: la industria de la auto-denigración -y-ayuda había nacido porque, como nadie puede trabajar de esta manera, todo mundo anda frustrado.
Todos esos libros que son vendidos junto a las cajas de los restaurantes de comida de plástico, ofrecen lo mismo: que nos van a ayudar a realizar nuestros sueños, ambiciones y deseos sin gran esfuerzo: riqueza, éxito, parejas que nos adoren, plenitud sexual y cintura de avispa. Ya si uno no sigue sus consejos y no se repite a sí mismo: "He bajado 43 kilos, he bajado 43 kilos...", y no los baja, el problema es de uno y no del autor.
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"There is no such thing as a free lunch
Robert A. Heinlein
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No hay tal. Cualquier meta que se persiga, de cualquier magnitud, requiere de una cantidad proporcional de trabajo, habilidad, conocimiento y actitud; no hay tacos gratis, todos cuestan. Tampoco hay que llevarse las preoculpabilidades a casa, si uno trabaja al 100 % el 33 % del tiempo, se puede descansar y disfrutar el otro 67% con la tranquilidad de que los problemas que se quedaron en el trabajo están resueltos o están en vías de ser resueltos... mañana, no hoy por la noche.
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Luego lo hago...
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El problema es que queremos correr la carrera del indio: trabajar al 20% durante el 90% del tiempo, y hacer un esfuerzo sobrehumando para dar el 820% durante el 10% del tiempo restante; ya sabes cómo: a base de cafeína, desveladas, comida chatarra, y desaparición de la casa. (Haz la cuenta si no lo crees)
La manera constante de afrontar los problemas y el trabajo genera confianza en uno mismo y conforme se va reforzando con pequeñas victorias diarias, va mejorando la autoestima. No se trata de abandonar la vida para consagrarse al trabajo, sino de dar el 100 a cada uno cuando le toca.
La auto estima y la confianza en uno mismo son dos temas muy peliagudos; la ciencia no se ha puesto de acuerdo ni siquiera para decir si estos rasgos se heredan o se adquieren por medio de la educación.
Muchos psicólogos del comportamiento sostienen que si la imagen que uno tiene de sí mismo coincide con los patrones sociales en boga, entonces la persona actúa con desenvolvimiento porque confía en sí misma, puesto que se sabe bien adaptada y hasta admirada. Si esto sucede durante el crecimiento de una persona, alcanzará su madurez con un carácter que irradia confianza y no con una actitud amedrentada.
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Me vale una pura y dos con sal
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Aún así, hay seres que pasan por la vida haciendo lo que se les pega su repastelera gana a pesar de todas las presiones familiares, tribales y sociales. Hay infantes que dicen las cosas más sorprendentes e inesperadas; hay jóvenes que no se pliegan a la moda ni se pandean a presión del clan, y hay adultos que cuando hablan en una mesa de restaurante, son escuchados hasta por los comensales de la mesa de junto.
Hay un estudio de 2007 que reporta que no importa que tan tímida o tan arrogante pueda parecer una persona, la mayoría de la gente está dotada con la misma confianza en sí misma, aunque esa confianza pueda estar enterrada a diferente profundidad en el carácter.
En general, todo mundo tiene una confianza interna positiva (como quedó demostrado en marzo de este año en esta gacetilla), que a veces no aflora a la conducta cotidiana porque durante el crecimiento fue reprimida o presionada en diferente sentido.
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Pollo viejo no cambia de plumaje
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Si esto es cierto, los adultos ya no tenemos remedio porque somos reos de la cultura en que vivimos, pero nuestros hijos y nuestros discípulos sí lo tienen. En otras palabras: podemos causar daño al no saber educar, pero no podemos mejorar más que un poco lo que ya está codificado en los genes.
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"Haz como yo digo no como yo hago",
o ¿es al revés?
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Y antes de que me lluevan los jitomatazos, no quiero decir que los hijos o los discípulos deban ser soltados a la jungla del libertinaje, sino que para enseñar un valor, una virtud o una buena costumbre, hay que hacerlo con el ejemplo. La justicia se enseña siendo justos, la puntualidad se enseña siendo puntuales y la confianza se gana siendo confiables.
No le hagas caso a Smiles ni a sus discípulos ni a sus contra-discípulos, el secreto es este: todos tenemos la misma alta estima, quien te diga que tienes fea letra o te pregunte que si usas peluca, no le creas, el medio te influye hasta donde lo dejes.
Te acabo de ahorrar mucho dinero.
el mai agradece a LHV la idea.
REFERENCIAS
Bryner, Jeanna, Self Esteem Myth Busted: Everyone Has It, Live Science, 14 June 2007. http://livescience.com/health/070614 esteem all.html
Britt, Robert R., Why Self-Help Programs Are Bogus, Live Science, 06 July 2009.
citado en: http://news.bbc.co.uk/2/hi/health/8132857.stm
Una auto-referencia con ejercicio para medir la autoestima: