¿Y SI EL PROBLEMA DEL APRENDIZAJE FUÉRAMOS LOS MAIS?

Suponiendo que la especie humana hubiera evolucionado a la misma velocidad, todos los ejemplares tendrían más o menos la misma dotación de talento para aprender; entonces, dadas ciertas condiciones, cualquier persona podría aprender cierta cantidad de competencias aún en ausencia de instructores directos.

Por descabellada y ofensiva que parezca esta afirmación, y a pesar de los jitomatazos que voy a recibir, te voy a relatar un experimento llevado a cabo a partir de 1999 y durante cinco años posteriores por Sugata Mitra en la India.

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¿son diferentes los hindúes de los mexicas?
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El Sr. Mitra trabaja en NIIT, una institución dedicada a la capacitación en cuestiones de cómputo que ha entrenado a más de cuatro millones de alumnos. Su edificio colinda con uno de los barrios más bajos de Nueva Delhi.

El experimento consistió en instalar una pantalla de computadora y un "touch pad" a través de una ventana abierta hacia el arrabal; literalmente, en una agujero en la pared. El equipo estaba conectado a Internet con buena velocidad. Ocho horas después un niño de ocho años y una niña de seis estaban navegando por Internet. El navegador estaba en idioma Inglés y los huercos apenas conocían algunas palabras.


El experimento trajo más preguntas que respuestas: ¿Quién les ayudó? ¿qué les atrajo? ¿qué los retuvo?¿por qué no la dañaron?¿quién les enseñó a usarla?. Para buscar respuestas el Sr. Mitra trasladó el experimento a Shivpuri en el remoto estado de Madhya Pradesh, en el mero centro de la India. Ahí pusieron su computadora con el touch pad en un agujero en la pared y pronto apareció un chamaco de 13 años, que había abandonado la escuela y en ocho minutos, sin haber manejado jamás un navegador de internet, estaba navegando. Al atardecer setenta pelaos ya andaban navegando por la red.



En el año 2 000 el experimento fue llevado a Madantusi, cerca de Lucknow, Uttar Pradesh. En la India es común que la gente hable algo de Inglés, producto de su era colonial apenas terminada en 1947, sin embargo, en Madantusi no había ni un solo maestro de este idioma. Nadie sabía hablar ni una palabra en gabacho. De todas maneras, ahí se quedó la computadora durante tres meses, con varios CDs disponibles, pero sin Internet.

A su regreso, el Sr. Matra encontró que los niños le reclamaban(en Mandantusi)  que necesitaban un procesador más rápido y un mejor ratón. Sorprendentemente los escuincles aprendieron el significado de las palabras en Inglés sin saber leerlas o pronunciarlas; de hecho, cuando los conectaron a la red, buscaron un sitio que les enseñara el alfabeto inglés.

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¿Es increíble?
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No sólo el concepto de computadora era desconocido, sino la lectura en un idioma cuyos símbolos fonéticos  eran desconocidos. Y sin embargo, los huercos lo descifraron por su cuenta. ¿Cómo le hicieron? ¿poseían talentos especiales? -No. Entonces, ¿cómo aprendieron a navegar, a encontrar un sitio específico y a entender otro idioma?

Verás: el talento es cuestión de interpretar un código; si éste es sencillo, uno lo entiende y lo aplica. ¿Acaso tú no tienes, o tenías, palabras especiales entre tus hermanos, parientes o amigos, que sólo eran comprendidas por los iniciados? Eso es entender y aplicar un código. Es friqueante ¿no? (dialecto neo-adolescente)

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La pregunta difícil es: ¿por qué no tenemos ese talento?
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Por toda la gente que nos ha dicho que nacemos para hacer ciertas cosas y no otras; por quienes nos dicen que el talento depende de la herencia; por quienes nos han dicho qué somos y qué deberíamos hacer. En seis palabras: por nuestros padres y nuestros mais. (jitomatazos bienvenidos).

En el experimento descrito no hubo ni padres ni profesores. El agujero en la pared no fue manejado más que por chamacos ansiosos de aprender y de enseñarse unos a otros "el código". Una y otra vez fue comprobada esta hipótesis a lo largo y ancho de la India; sin importar el nivel de educación, el idioma (y mira que en la india hay 24 idiomas oficiales , con 15 sistemas de escritura, más sopotocientos dialectos desconocidos) o la diversidad étnica, el resultado fue casi el mismo:

Un montón de desarrapados resultaron mágicamente talentosos

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Para pensarlo ¿no?
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¿Seremos los padres, los mais, nuestro sistema escolar... quienes creemos en el talento filogenético, los que causamos la muerte de nuestros talentos?

Yo se que apenas hay tiempo para lo urgente, y que nunca hay tiempo para lo importante, pero esto no es ni urgente, ni importante, sólo es interesante; invierte 20 minutos en ver esta conferencia del Sr. Sugata Mitra.

http://www.ted.com/index.php/talks/sugata_mitra_shows_how_kids_teach_themselves.html

El mai agradece a MGBCB la sugerencia.