HABILIDADES DEL PENSAMIENTO

En la gacetilla pasada se planteaba la necesidad de poner en juego las "Competencias Centrales". A petición de mis numerosos lectores en Afganistán de las chirimoyas voy a comentar sobre algunas de las habilidades del pensamiento que se mezclan para formar la competencia central. 

Y digo "algunas" porque hay tantas listas como autores implicados, pero, en fin, no me interesa tanto escribir sobre un tema didáctico, como proponer un tema polémico; (me encanta esto de escribir con esdrújulas).

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La lista de habilidades
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De entre las habilidades elementales se puede enumerar: percibir, observar, discriminar, nombrar, emparejar, detallar, recordar, comparar, clasificar e inferir; nótese que "enumerar" no aparece en la lista, no me explico por qué, si la acabo de usar y no la puedo sustituir con ninguna de las listadas.

Pues, de la misma manera, tampoco encuentro "intuir" y, sin embargo, es algo que hacemos varias veces al día y casi todos los días; cuando decimos "me late" o "tengo una corazonada"estamos usando la intuición para predecir un futuro incierto, del que tenemos poca o nula información y que, sin poder explicar cómo, tomamos una decisión con el corazón, es decir, con las emociones, de ahí las metáforas cardiacas. 

Aquí se acomodan decisiones como la compra de un billete de lotería, el llenado de una planilla del Melate, la apuesta a un tiro de dados o las propuestas indecorosas sin protección. Son eventos cuyos desenlaces son impredecibles usando los hechos presentes: sus resultados dependen exclusivamente del azar.

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Para adueñarse del futuro
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Sin embargo, cuando se dispone de datos confiables y se acomodan dentro del contexto que  interese en ese momento, la mente los procesa de las maneras de las enumeradas en el tercer párrafo y entonces infiere (predice o estima) una conclusión que se puede confundir con la intuición, pero que se distingue de ésta en que una inferencia se basa en datos y no en corazonadas inexplicables.

Para que una inferencia tenga posibilidades de predecir exitosamente el futuro, tiene que haber una correlación entre las causas observadas y los efectos que se pretende anticipar; por ejemplo, si se predice que el equipo A de futbol le va a ganar al B porque van a usar el uniforme de color fucsia, estamos ante una intuición; si se analizan las tablas de puntos, las estadísticas de goleo, la alineación de jugadores y el estadio donde se juega, es factible inferir quién va a ganar. Aunque a veces nos falle por culpa del árbitro, factor impredecible de por sí.

El punto no es la semántica de los términos, sino que las habilidades del pensamiento son complejas y se combinan de varias maneras para formar las competencias centrales. Una persona que no perciba los detalles, que no los observe, que no pueda distinguir los cambios, que no pueda comparar el desempeño de los delanteros frente a los defensas, que no recuerde quién le ganó a quién, cuándo y en qué condiciones, no podrá inferir nada; se tendrá que conformar con intuir que si los del equipo B salen con el uniforme rojo con rayas amarillas van a ganar y si salen con el uniforme amarillo con rayas rojas van a perder.

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¿Qué hacer?
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La tarea del mai es tejer la tela de su asignatura específica de manera que el discípulo vaya desarrollando sus habilidades del pensamiento poco a poco, disfrutando del descubrimiento de lo que  estaba frente a su nariz, pero que no lo veía, jugando con sus habilidades para solucionar problemas, generalizando sus modelos.

La tarea del mai NO es dictar a una cátedra soporífera sobre Georgia(el país, no el estado) ni decir cuál es su capital, ni siquiera dónde está o quién la fundó, porque todo eso se puede guglear (neologismo derivado de "buscar con google en la red"); la tarea del mai es lograr que los discípulos descubran por qué es importante Georgia para Rusia y, lo más retador de la tarea del mai: que disfruten de la investigación, que adquieran y defiendan una opinión sobre lo que pasa.

Alguien dirá: ¿y de qué les sirve saber eso? -probablemente de nada, lo que sirve es el proceso de desarrollo de sus habilidades del pensamiento. Cada asignatura es una oportunidad para desarrollar ambas comptencias, las objetivas y las centrales.

Las otras habilidades que mencioné al principio son: comparar, clasificar, explicar, identificar causas y efectos, predecir o estimar, analizar, resumir, generalizar, solucionar problemas, opinar y argumentar.