PLEONEXIA


La encuesta más reciente de World Values Survey durante 2008, publicados por la prestigiada revista inglesa New Scientist, indica que los países con más alto porcentaje de gente que se considera feliz son Nigeria, seguida por México y Venezuela.

Las razones de dicha felicidad varían muchísimo de país a país. Esta gacetilla propone una receta, no infalible, y sin garantía, para encontrar el camino hacia esa quimera que llamamos "felicidad".

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La hipótesis
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Un pleonasmo es el empleo en una oración de uno o más vocablos innecesarios para el correcto y cabal sentido de ella; por ejemplo, decir "lo vi con mis propios ojos".  Por extensión, también es abundar en algo hasta desbordar el contenido, es llenar un recipiente hasta que se derrama.

Lo contrario de un pleonasmo es la pleonexia: el no encontrar manera de llenar un recipiente y, estirando la hebra semántica, no poder satisfacer una ambición o una codicia. La palabreja no la vas a encontrar en ningún diccionario decente. 

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Un vacío como de hambre
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La pleonexia es una sensación de vacío en el alma que no se llena con nada; que nos domina y nos arrastra. Hay quien busca el amor y se rodea de caricias, compradas, alquiladas o conquistadas, sin poderse llenar; lo mismo pasa con quienes buscan títulos universitarios, nobiliarios, poder, propiedades, dinero, libros, coches, joyas, emociones, comida, diversiones o placeres.

En realidad, el ser humano contemporáneo, enfrentado a la abundancia, no tiene llenadera. Si tenemos uno, queremos 10, y si tenemos 10 queremos 100; así somos: somos una especie que padece pleonexia genética y por eso el género humano ha progresado, aunque no necesariamente haya mejorado.

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Ser o tener
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Y aquí llegamos a una encrucijada: no es lo mismo éxito, que felicidad porque no es lo mismo ambición que codicia. Si ambición es querer ser, codicia es querer tener; la primera es una fuerza que nos impulsa a  tratar de llenar ese vacío en el alma con conocimientos, o que infla las ganas de superarse a sí mismo tratando de mejorar en el plano intelectual, espiritual o moral.

La codicia nos mueve en el plano material y nos impulsa a acumular bienes o signos tangibles de valor.

El éxito es tener lo que se quiere, y la felicidad es querer lo que se tiene, pero si no se llega a eliminar la pleonexia, no hay manera de satisfacer ni la ambición, ni la codicia y, por lo tanto, se nos escapan ambos: el éxito y la felicidad. (Ver gacetilla de sept 2008 ¿Dónde está la felicidad?)

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Ni poco, ni demasiado
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Por otra parte, el ser humano normal se mueve en la resultante de ambas fuerzas: quiere ser (amado, querido, respetado, admirado, temido... quiere ser jefe, gerente, caudillo...) y quiere tener (familia, casa, auto, avión, castillo, isla... poder, autoridad...) mas no siempre logra encontrar el equilibrio entre ambas fuerzas. A veces la codicia le gana y trabaja tanto por llegar a tener, que se queda sin tiempo para llegar a ser (un buen hijo, padre, esposo, mai, jefe, gerente). 

No es raro triunfar en la vida profesional sólo para perder la familia en el camino y vice versa. En principio, se podría decir que el equilibrio entre ambas fuerzas estaría sobre una línea que repartiera el tiempo y el esfuerzo en partes iguales, pero el vacío no es cuestión de tiempos matemáticamente controlados, es cuestión de saber extraer los satisfactores de ambos y poder controlar las fuerzas.

Siempre habrá nuevos retos a la vuelta del siguiente éxito, pero no siempre habrá tiempo para ser feliz; los recursos invertidos para obtener un bien podrían no producir el efecto deseado porque el ser humano se satura de sensaciones con facilidad y tiene que buscar emociones cada vez más fuertes, estímulos cada vez más audaces y botines cada vez más opulentos.

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"Hueles a matamapache"
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Pongamos por ejemplo un perfume: el más sutil y elegante que exista en el mercado. No hay nadie que pueda apreciar más que unas cuantas gotas durante cierto tiempo. 

Por más que una persona se apasione coleccionando perfumes, o comprando frascos cada vez más grandes del mismo, la cantidad de placer que se puede extraer de unas gotas es la misma por unidad de tiempo simplemente porque el olfato se satura y se queda "ciego" si se abusa de la intensidad.

Dicho en otras palabras: el único placer que nos podemos dar tres veces al día, de aquí al día de nuestra muerte es... comer, y éste, a su vez depende de otros factores. ¿Quién no ha disfrutado enormemente de un plato sencillo cuando se junta el hambre con las ganas de comer?, y quién no ha despreciado un platillo exquisito porque desayunó jabalí asado y no tiene hambre.

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"Sólo tú la gozas"
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El nivel de vida podría estar dado por el nivel económico-social de la persona, pero su calidad de vida está dada por la manera en la que disfruta de lo que acompaña a ese nivel de vida. 

En un caso extremo podría haber una persona dueña de una enorme cantidad de dinero, que viviera en  la miseria, y en el otro lado habría una persona que viviera en la opulencia, pero endeudada hasta la risa. Ambas personas serían inmensamente infelices: una temiendo perder lo que tiene y la otra angustiada con lo que debe.

Son casos extremos, claro, pero entre ellos nos ubicamos todos, y cada quien puede ser tan feliz o tan infeliz como quiera, independientemente de su posición en la escala; sólo es cuestion de ver cómo aprovecha, disfruta y valora lo que tiene.

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La última coca light en el desierto
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¿Cuánto vale un sorbo de agua? depende de cuánta sed se tenga. De nada sirve tener 100 litros almacenados si la sed se apaga con menos de un litro y lo demás se desperdicia. Lo mismo pasa con los demás recursos: se valora más lo que más se necesita, lo que se quiere, y lo que no se tiene.

Si esto es cierto, se podría crear una escasez a voluntad para generar una felicidad a la orden; por ejemplo, seguir un horario riguroso de comidas, sin comer nada entre comidas, aumentaría el placer y la satisfacción de comer; lo mismo pasaría si se comiera sin hartazgo, sino sólo hasta casi saciar el hambre y poder sostener una vida activa.

La calidad de vida y la felicidad dependen de la moderación en el consumo, de la autodisciplina de dominar y someter al cuerpo a la mente, de apreciar los detalles, de disfrutar lo que hay, en vez de sufrir por lo que no hay... y de dominar a la pleonexia con la fuerza de la voluntad, con la templanza y la sobriedad en el consumo.

La encuesta de WVS menciona diez razones para explicar la felicidad de los habitantes del club de los felices; la versión ampliada la encuentras arriba a la izquierda de esta gacetilla para que votes por una o varias de ellas. Si tú eres feliz y no te encuentras en la encuesta, mándanos un comentario. 

el mai agradece a LHV la idea.




REFERENCIAS.
Eduard Punset, El viaje a la felicidad, Ed. Destino, Barcelona, 2005.  Nos presenta un punto de vista diferente al expresado en esta gacetilla sobre la búsqueda de la felicidad. 

http://news.bbc.co.uk/1/hi/world/africa/3157570.stm Esta encuesta llevada a cabo por WVS para New Scientist fue publicada por la BBC. los resultados son sorprendentes. 

el artículo original mencionado por la BBC se encuentra en: