Al citar a la Ciudad de San Francisco se evoca imágenes de hippies, amor libre y política de izquierda, bueno, a la izquierda de los republicanos de acá, que aun vienen quedando a la derecha de la izquierda revoltosa de allá.
El vocalista Marty Balin de la banda de rock de los 60s (¡todavía era legal el LSD!), Jefferson Airplane, describía esta ciudad como "125 Km cuadrados rodeados de realidad". Siempre ha sido así, excepto que hoy es más grande, el área, no la realidad.
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Los orígenes del sueño
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Desde que un misionero franciscano, Fray Junípero Serra, comenzara a fundar misiones en California, la primera en San Diego en 1769, y la última de 21 en San Francisco en 1823 por un tal Fray José Altimira, el sur de California ha sido una cadena interminable de sueños, algunos plausibles y otros sorprendentes.
Tanto así que, Rudyard Kipling escribió una carta en 1889 diciendo que San Francisco era "...una ciudad loca, habitada en gran parte por gente perfectamente loca". Sin embargo, como este mai está aquí de visita y las cosas siempre tienen otro punto de vista es mejor decir que la primera ciudad capital del territorio de California fue San José (con todo y acento ortográfico) y es alrededor de este punto que se desarrolla otra imagen.
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El otro lado del pistache
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Desde aquí se ven más científicos e ingenieros por metro cuadrado que desde ninguna otra parte del mundo. Aquí no se ve gente tratando de escapar de la realidad, sino gente creando nuevas realidades aun más extrañas que ningún sueño psicodélico. Aquí hay universidades, laboratorios y empresas descubriendo realidades alternas a diario.
En lugar de drogas que alteran la realidad, aquí la tecnología que fluye del Valle del Silicio altera al mundo.
El elemento químico Plutonio fue descubierto en un laboratorio de Berkeley, como también lo fueron el Berkelio y el Californio; La cuenca de la Bahía ha sido la cuna de la gran ciencia y de los desintegradores de átomos que tanto nos han dicho de cómo se forma la materia. Los Quarks,partículas sub-atómicas, fueron descubiertos en el acelerador lineal de Stanford.
En los 70s, dos mais de Stanford y de UCSF descubrieron cómo usar una bacteria para clonar segmentos de ADN, abriendo el camino a la ingeniería genética y a la biotecnología.
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Para nombrar algunos...
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La computadora personal nació en el valle del Silicio, lo mismo que el ratón y los verbos "googlear" y "Tweetear". Aquí se lavaron los pañales de Oracle, Adobe, Photoshop, Cisco, Broadcom, HP, Apple, Lockhead y muchos otros nombres famosos de la computación, las comunicaciones, y la conquista del espacio.
En cualquier Starbucks (y por acá hay uno por cada tres BMWs) se puede uno sentar junto a alguien que lo mismo puede estar acariciando la idea de una nueva empresa, que sobando una taza de Mocha-Latte-ligth-easy-on-the-foam-two-organic-sugars. Aquí hay más inversionistas de riesgo que cocineros.
En Livermore está la National Ignition Facility que contiene el laser más potente del mundo y que ya está produciendo energía mediante luz coherente lanzada sobre átomos de hidrógeno. La fuente más intensa de rayos X está en Stanford en LCLS (Linac Coherent Light Source) que permite fotografiar una molécula y hasta un átomo aislado en movimiento.En Mountain View, cerquita de una estación de tren que data de finales del siglo XIX, está el SETI, un instituto dedicado exclusivamente a la búsqueda de inteligencia extraterrestre (¿eh? ¡eso es andar activado!) y a unos pasos está la estación de la NASA de donde se lanzó la sonda que anda buscando agua en la luna.
Stanford, Berkeley y UCSF tienen en su nómina 50 ganadores del premio Nóbel en todas las disciplinas científicas, cierto, algunos de esos premios fueron en Economía, pero se les puede dar chance. Google tiene a un famoso PhD de UC Haas School of Business, en economía -el Dr. Hal Varian- en la nómina.
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Las comparaciones son odiosas, pero...
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La ciencia y la tecnología son a la Bahía de San Francisco, lo que las finanzas son (o deberían de ser) a Nueva York, o lo que los automóviles fueron a Detroit, porque, como aquí las reglas anti-contaminación son más estrictas que en el resto del mundo, sólo se ve un auto doméstico por cada 10 autos extranjeros (investigación del mai)
Aquí todo gira alrededor de la tecnología, la ciencia, el software y la inteligencia; estas fuerzas le dan forma a la economía (en esta zona el salario mínimo es de 8.00 U$ la hora) a la cultura, a las condiciones de trabajo y al ancho de las autopistas.
En este momento, aquí se está dando el avance en la investigación con células del cordón umbilical, y los vinos más lujosos quedan al alcance de cualquier bolsillo; la ciencia ficción se ha quedado atrás de la realidad científica.
El Instituto Robert Mondavi para el desarrollo de la ciencia del vino fue fundado con un pequeño donativo de 25 millones de dólares; tiene 7 500 metros cuadrados de laboratorios e instrumentación organoléptica, y el aire huele como a que sus doctores en ciencias están divirténdose más que sus colegas en el Sincrotrón se Stanford.
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El buen vino es buena química... naturalmente
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Parecería que hacer un buen vino está muy lejos de la investigación para descubrir la cura del cáncer o de librar al mundo de los combustibles fósiles, pero aquí se usan las mismas herramientas para mejorar al vino que las que son usadas en cualquier otro laboratorio de avanzada: análisis estadístico multivariable, secuencias genómicas, proteómicas, cromatografía de terpenos, norisoprenoides y lactonas.Y aun así, ya entrados en gastos, la realidad es más sorprendente: el olfato humano, tan inferior al de muchos animales domésticos, puede detectar una molécula de Metoxipirazina en dos billones de otros componentes del Sauvignon Blanc, y decir que tiene el toque "típico, picante, como de pimiento morrón asoleado por el lado derecho"
Para el gastrónomo purista, tanta ciencia acaba por destruir el placer de un buen vino acompañando a una opípara comida, pero yo creo, bueno, el mai cree, que para un joven estudiante que mira al cielo y aspira a ser astrónomo, la ciencia empieza y termina con la belleza del universo, igual que para un químico o un físico teórico la razón de ser de la ciencia es saber cómo funciona todo, incluyendo el vino.
Aunque la ciencia avance siempre más rápido de lo que podemos seguirla, nuestro papel es empujar a nuestros discípulos hacia adelante, como un padre de familia que, corriendo, lleva a sus hijos sobre los hombros y, cuando ha alcanzado su máxima velocidad, los lanza hacia adelante (metafóricamente, claro).
A la viña se le da siempre un poco menos agua que la que ella quisiera, esto hace que se esfuerce un poco más y se concentre su sabor; del gran esfuerzo nace un gran vino, una gran ciencia y los mejores seres humanos.
el mai.
REFERENCIAS
La mejor referencia es que compres un boleto a San Francisco, te pongas unas flores en el pelo y vengas (como dice la canción), pero si no puedes, aquí puedes checar lo dicho:
http://www.rockhall.com/inductee/jefferson-airplane
http://www.californiamissions.com/cahistory/sandiego.html
http://lcls.slac.stanford.edu/
http://www.dol.gov/esa/minwage/america.htm#California
http://www.wired.com/culture/culturereviews/magazine/17-06/nep_googlenomics
foto de pilón:
